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viernes, 27 de diciembre de 2013

ECATEPEC, Estado de México 2013

VOCES POR CIUDAD JUÁREZ EN CASA DE MORELOS

Por Víctor Argüelles


Le ha caído un balazo en la cabeza,
al ser más insolente: la tristeza.
CARLOS SANTIBÁÑEZ ANDONEGUI


No hubo voz que hiciera falta, todas se dejaron escuchar desde las 11:00 hrs. hasta que la noche con su lluvia a cuestas nos descubrió cerca ya de las 8 de la noche. El día tuvo intensidad en sus momentos que, con esa lluvia desprendida no hizo más que ilustrar la fertilidad de las palabras, que llovían por un bien común consignado en un lema, en un objetivo, en una unión de voces. El día se extendió a sus anchas para escucharnos: poetas, narradores, cronistas, escritores, que con textos escritos para la ocasión fueron alumbrando esos momentos. El día quedó en la memoria, un 28 de septiembre en el recuerdo.

                                 Humberto Canizales, Sunhúe Kokosschka, Gibrán Cohen

Lluvia de palabras en solidaridad con los pueblos que padecen esa violencia que no es ajena al territorio nuestro, que no está exenta en esta ciudad y en muchas otras, pues Ecatepec al igual que otros municipios del Estado de México frecuentan constantemente la problemática del feminicidio, la extorción, el robo a mano armada, los secuestros; todos esos males que son producto de la delincuencia. En el sentido que concierne a la escritura, el 3er Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez en Ecatepec acuñó las voces de incipientes y experimentados, humanos a fin de cuentas que, más a allá de las palabras y la literatura, se unieron a esta manifestación para dejar su sello impreso en una consigna que simultáneamente se dejó escuchar en más de 50 ciudades del mundo entero.

                                                     Kaya Stoner, Isabel Alcántara, Rubén Lemus

El objetivo se logró, el eco fue más a allá de lo previsto, con un público cambiante a lo largo de la jornada: jóvenes, adultos, mujeres, niños, estudiantes y trabajadores que frecuentaron a distintas horas el espacio de la capilla del Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos: recinto venerable para levantar más que consignas, la voz poética como una misión proferida para hacer justicia a los que ya no están con nosotros: mujeres y hombres que ha cobrado el crimen organizado en Ciudad Juárez, Chihuahua. El eco de la violencia atestigua que si es en Ciudad Juárez, es en el mundo entero donde la violencia esté presente.

                                                 Tetza Ordoño, Suzel Gómez, Ricardo Suasnavar

Que mejor recinto que la Casa de Morelos para albergar la iniciativa de escritores que sitiados en el lugar de los hechos se organizaron en 2011 para fundar un proyecto de talante mundial a raíz de la muerte de la poeta y activista Susana Chávez. El Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos es un sitio histórico perteneciente a INAH y decretado como patrimonio nacional en 2001, morada de las últimas horas del ciervo de la nación: José María Morelos y Pavón. Aquí no importaban las trayectorias literarias, ni las luces impostadas del momento, esas no existen para un reclamo, para una manifestación que tenga como fin la causa social y esa fue la consigna desde un principio, desde los primeros pasos dados en la organización del 3er Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez en Ecatepec. El acto de inauguración dio inicio con las palabras de bienvenida por parte de Yolotl Figueroa promotora cultural del mencionado Centro Comunitario. Siguió mi turno para dar una breve explicación de los antecedentes y motivos del encuentro, así como dar lectura al manifiesto por Ciudad Juárez, con lo que se iniciaba una jornada inolvidable de palabra al servicio de una causa.

                                    Carlos Santibáñez Andonegui, Blanca Estela Ruth, Erika Chaidez

La primera participación corrió a cargo de Erika Chaidez, su narración, a manera de crónica de hechos ocurridos en Sinaloa, acaparó la atención del público; su semblante esbozaba la impotencia de los que son representados como personajes principales: una mujer y su hijo, en un secuestro en que salen ilesos, pero con graves marcas que el tiempo no sabe borrar. Chaidez conoce la situación de fondo, su procedencia lo advierte, pues ella es de Los Mochis, Sinaloa, ciudad que padece los estragos de la violencia del crimen organizado. El maestro Carlos Santibáñez Andonegui leyó Tristes horas hábiles, exaltando la lucha diaria de las mujeres en la ciudad desértica en el norte de México, esa ciudad símbolo que se levanta ya con una reminiscencia que lleva la marca de la violencia, de la muerte y la injusticia hacia los derechos humanos.

                                       Rocío Franco, Ricardo René Arreola, Dolores Reyes Herrera

Mar Ruíz y Ángel Cuevas: poesía y narración. La presencia femenina y masculina se fusiona en palabras. Ruiz: poeta joven de la Ciudad de México leyó sobre el episodio de las mujeres asentadas en una ciudad herida por la guerra del narcotráfico, un retrato en que domina el clamor femenino. Cuevas narra episodios de una violencia contextualizada en el terruño que lo vio nacer: Arteaga, Michoacán, la transgresión se fusiona al efecto de melancolía en sus relatos. Cuevas construye en la introspección verdaderas radiografías de la violencia, situada en la familia o en las comunidades apartadas donde aparentemente la luz no llega, y esa luz que es el progreso, se vuelve en necesidad, tema de primera intención en su narrativa.

                                                                    Osvaldo Flores

Humberto Canizales y Blanca Estela Roth, dejaron impresiones devastadoras y a la vez reflexivas. Narración y poesía, y crónica fresca de los días de septiembre 13 y 15. Humberto Canizales inicia su lectura con preguntas dirigidas al público, interactúa con ellos, pocos responden. Originario de La Paz, Baja California Sur, este joven escritor establece relaciones con un presente, acaso fresco en la memoria de un tiempo imborrable. Su crónica va aclarando los disturbios en base a analogías con el mundo televisivo, el de las imágenes del cine, de ese hecho ocurrido el 13 de septiembre de este año: la manifestación de maestros, posteriormente para referirse al grito de independencia como una aparador de distractores; la gente ríe y a la vez se entera a partir de la mirada que nos deja en el punto crítico del acontecimiento: la explanada del zócalo de la Ciudad de México. Con Crónica desde el reino de sauron corroboramos las injusticias cometidas desde el gobierno, desde ese PRI que nos muestra una más de sus garras para aplacar el reclamo colectivo, el derecho a una manifestación pacífica. Blanca Estela Roth, cuenta anécdotas en relación al feminicidio, a la violencia intrafamiliar; finca en este preámbulo un desasosiego propio de su yo interno, posteriormente un puñado de poemas nos pone en el oído que surgen para dar fe de ese México que revisita su dolor, su dolor que es de todos, su inconformismo que es de todos. Con una voz moderada y un semblante apacible, Roth da lectura a versos sintéticos que no le temen a nada, incluso a las limitaciones del tiempo, pues sus versos piden tiempo, espacio y escuchas sensibles que puedan digerirlos.

                                 Suzel Gómez, Miguel Santos, Miguel Tonhatiu, Jorge Manuel Herrera

En la siguiente mesa de lectura coinciden cuatro jóvenes poetas originarios de esta Zona Metropolitana del Valle de México: Guadalupe Quezada, Tania Navarrete, Edith Vargas y Zaqueo Miguel. En los jóvenes está la consigna más severa contra un sistema injusto, con sus experiencias juveniles, con sus sarcasmos ante la mediocridad de la clase gobernante. Tania y Edith, son un poema a dos voces, se alternan el micrófono para ambientar el poema. Miguel ve en las mitologías la materia para Terreno baldío, poema dedicado a la esperanza de volver a casa.

                                      Guadalupe Quezada, Tania, Edith Vargas, Zaqueo Miguel

Sergio Alarcón, Ricardo Suasnavar y Jaime Rosales Cedeño agradecen las invitaciones a participar, posteriormente cada uno se extiende, suelta lo que el silencio no puede contener. Alarcón y Suasnavar: poetas en edades distantes, se acoplan bien en el tono de su poesía. La madurez en Alarcón es visible, llega al fondo del asunto, sintetiza en las imágenes, arma el terreno donde anclar metáforas rotundas. La sencillez, la frescura y lo espontáneo son los límites en el joven poeta Suasnavar, con poemas sencillos y plenos de momentos, versos desarticulados de la rigidez, con un movimiento fluido, como el que se deja al caminar, y ante este hecho sucede lo imprevisto de la imagen.

                                                               Marytere Caracas Estrada

Rocío Franco, reflexiona la situación del feminicidio en el Estado de México, expone el caso del poeta Guillermo Fernández, asesinado de manera impune en la ciudad de Toluca. A dos años de esos acontecimientos el gobierno estatal no ha dado respuesta, ni emitido interés en aclarar su muerte, Rocío platica, explica la condición violenta en nuestros tiempos, da lectura a su poema Desmembramientos dedicado a la memoria del referido poeta, su emoción es incontenible. María Dolores Reyes Herrera, originaria de Tlapacoyan, Veracruz lee poemas de su libro Oruga, concuerda con el momento, defiende el sentir transparente de una poeta de provincia. Gibrán Cohen: escritor y dramaturgo se extiende con un relato en que el personaje principal es un tal “Gibrán Cohen”, un otro para asentar el golpe de los hechos, transcurridos en su lugar de residencia: Cuautitlán Izcalli. Cohen es presencia y voz, y un tanto de efectividad en las situaciones chuscas que rigen la vida de personajes delineados en la política. Cohen impone por la veracidad en lo que cuenta.

                                                               Poema de Raúl Renán

Daniel Mejía, María Eugenia Rodríguez, Luz María Salinas, Rubén Lemus y Tetza Ordoño nos convidan poemas breves, sencillos. Quizá el logro de esta mesa se advierta en el contraste de experiencias, pues todos fluctúan en edades diversas. Y quizá lo mejor esté en los poemas de María Eugenia Rodríguez y Rubén Lemus. Cruces rosas de Lemus es un poema afortunado, está entre los textos más interesantes del oriundo de Texcoco, Estado de México.

Arturo Escalante, Marytere Caracas Estrada, Ricardo René Arreola, Oscar M. Pantoja (Kaya Stoner), Isabel alcántara y Sinuhé Kokoschka dieron lectura a episodios intensos en forma de cuentos y poemas donde predominan con insistencia las imágenes claras y oscuras. Los sentidos se exhiben alterados en el caso de la poesía de Sinhúe, pues la atmósfera surreal se advierte en una voz joven pero segura. Si ya la poesía es belleza, en ella la belleza se multiplica, se va al doble como el flujo de palabras que su sensibilidad poética nombra. M. Pantoja, El Kaya Stoner propone una narración desde una sorprendida víctima ante la confusión que suscitan las sospechas. Alcántara narra fragmentos de su libro: 7 Miradas sobre Juárez, narración solemne, trabajada, y anclada en la contundencia de hechos.

El intermedio musical corrió a cargo del cantautor Osvaldo Flores, que llegó desde la ciudad de Querétaro confiando plenamente en el encuentro. Desde temprano hizo lo necesario junto a Berni Cabrera y Daniel Salinas “El Callegero” para que, acercado el momento de su participación, los inconvenientes fueran menos. Cabrera en las percusiones, Salinas en el cometido de registrar todo con la lente fílmica.

Flores entona frases, estribillos, utopías. Los oídos saben ya este fraseo, lo saben y lo recuerdan, pues más que frase: “…hasta que puedas tener libertad”, quizá sea ya un recordatorio, un lema para estos tiempos. Y en esta red de palabras se refiere a ese México que llega a oídos de todos en el extranjero, de ese México que toca fondo para seguirse cimentando. Flores se inspira de experiencias que cotidianamente lo invaden, desde la observación trivial hasta convertirlas en verdaderos registros sobre lo incómodo a nivel social, justo ese contraste que se percibe en las grandes urbes, como la Ciudad de México u otras capitales del mundo. Flores, originario de esta ciudad, siente el desasosiego, y sabe que es compromiso del creador erigirse ante las causas justas. Flores es un poeta urbano y así se advierte en sus tres producciones realizadas a la fecha. Lo mejor del encuentro no sólo está en la poesía, sino en la música que rescata la poesía y la protesta para darle un giro y mostrarlo como prioridad humana.

Suzel Gómez, Miguel Santos, Miguel Tonhatiu y Jorge Manuel Herrera coinciden en varios puntos: versos sueltos, retrabajados, situados en la libertad y en perceptivas distintas. Experiencia y autocrítica en el caso de Santos, Tonhatiu y Herrera: tres poetas en consonancia con lo que escriben, memorizan y leen. Ambientes oníricos en el caso de Suzel: Guardo entre el pezón lunar y tus piernas largas/ un suspiro de tiempo que se ajusta al espacio,/ un tiempo de cirio que te repasa el cuerpo,/ un abrevadero turquesa del ahogo solar.
Ginger Triana, Josimar Galíndez Rojas y Javier González Cárdenas: crónica, poesía y narrativa: González Cárdenas leyó fragmentos de su próxima novela. Imágenes de momentos tensos, entre atmósferas eróticas y turbias por el contexto de violencia en la que se desarrollan. Ya en su escritura, el tijuanense analiza las coordenadas de la violencia situada en el norte. Su ficción recrudece los sentidos, y es la radiografía presente del narcotráfico, propuesta desde una concepción llamada por él mismo como “Novela de Narcozombis”: muertos, desaparecidos, robos, gente del mal intrincada en historias fuertes, certeras, con apego a la realidad cotidiana. Josimar Galíndez Rojas propone poesía de la experiencia, reconoce la experiencia y la sitúa en el único hecho tangible del ser humano: la muerte: Escribo sangre/ porque mis ojos están poblados del miedo/ que mañana o pasado mañana/ un muerto una muerta un muertito/ cuerpos donde la categoría de lo muerto reina/ cuerpos no-asépticos/ destrozados/ con las vísceras conjugadas en el exterior:/ sea yo mismo.

Finalmente doy lectura al poema visual del maestro Raúl Renán: Muerta de Juárez, poema que en su construcción se percibe con una belleza total, pero que encierra el episodio de la muerte, de esas muertes que suman miles, de esa muerte en circunstancias trágicas, nunca esclarecidas: Soy mi alma y mi cuerpo en crecimiento formando mi figura que sigue un trazo humano, bello a la vista y figurado que también verá a la belleza de la vida en derredor edificada compuesta con admiración como a mí, mi cabeza joven cubierta de cabello lacio torneado con tersura negra brillante para contener mi pensamiento y tornear su redondez con mi rostro perfilado que ha sido elogiado y nombrado bella, bella, bella, bella, bella, bella, bella, bella, bella y por todos deseada, asediada, seguida para ser tomada, sujetada, atada, violada, penetrada con arma de muerte, sangrada, hoy huesos bajo tierra común y por nombre común conocida Muerta de Juárez.

Al dar lectura al poema una sensación me invade: es la incertidumbre de no conocer a profundidad el efecto que dejan las palabras, sí en verdad puedan ser el vehículo para llegar a despertar conciencias y sensibilidades. Ante esta señal, me doy cuenta de la responsabilidad asumida al organizar este encuentro. Me doy cuenta que nos ha anochecido, que el tiempo en todos se consumió para bien, que no fueron horas derrochadas, sino horas, en verdad bien asumidas. Me doy cuenta y sigo, pensando que mejores tiempos vendrán, al menos, el pensamiento es positivo, y quiere pensar que mejores tiempos vendrán para las generaciones futuras.

Ecatepec a 24 de diciembre de 2013

lunes, 28 de octubre de 2013

SANTIAGO DE CHILE, 2013



Como siempre desde las 11:00 de la mañana, en Radio Canelo CB 149 AM en toda la Región Metropolitana y su señal on line al mundo enterohttp://www.radiocanelo.cl, en vivo el programa MEJOR HABLAR DE CIERTAS COSAS, con la anti-conducción del escritor Marcelo Mallea y la anti-producción del escritor René Silva Catalán.
Transmisión lectura “Escritores por la Ciudad de Juárez”, realizada el sábado 28 de agosto en la Sede SECH, Santiago.

Además, sigan la señal de tv on-line: http://www.livestream.com/mejorhablardeciertascosas y el Podcast, donde podrán llevarse todos los audios, compartirlos a través de sus redes sociales y bajarlos a sus computadoras en: http://mejorhablardeciertascosas.ivoox.com
Los esperamos, como siempre con la mejor música, los mejores invitados y la mejor anti-compañía. Si quieres anunciar algún evento en nuestro programa, exposición, recital o lo que tú quieras, escribe a hablardeciertascosaschile@gmail.com.
 Afectuosamente
Marcelo Mallea H.-
René Silva Catalán
Link Programa Sábado 5 de octubre de 2013


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martes, 8 de octubre de 2013

CÁCERES, Extremadura 2013

Estas son las fotos de los participantes del III Encuentro de Escritores por Juárez que se desarrolló en Cáceres (España) el pasado sábado 28 de septiembre de 2013.
 
Gracias a todos los participantes y asistentes por haber hecho posible este acto.
Gracias también al Restaurante Corregidor de Cáceres por ofrecernos su espacio.
 
 
                                                                 *****

El sábado 28 de septiembre de 2013 teníamos una cita en el Restaurante Corregidor de Cáceres (España). Se trataba de la celebración del III Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez. Una vez más, la voz de los cacereños tenía que escucharse allá donde se encontraban nuestros hermanos juarenses. Los participantes comenzaron a llegar de forma puntual y se fueron acomodando en la sala. Saludos, besos y sonrisas se mezclaban en el ambiente mientras se trataba de preparar la proyección del vídeo de uno de los participantes. Finalmente, por problemas técnicos no fue posible proyectarlo, pero sí se proyectó el vídeo del pasado año como introducción al acto. Más tarde, las palabras de Francis, responsable del Restaurante Corregidor, dejaron claro que tenemos una responsabilidad de compromiso hacia esas personas que sufren cada día, sea por la causa que sea y estén donde estén.

En este caso se trataba de apoyar al pueblo juarense que desde hace años viene sufriendo la injusticia, el miedo y la impotencia. También sufren la indiferencia de las autoridades que no plantean soluciones a esta situación. Hoy Ciudad Juárez es un lugar que lucha con esperanza para que las desapariciones de mujeres, los feminicidios y otros actos de violencia, en su mayoría procedentes de temas relacionados con el narcotráfico, se extingan para siempre.

Tras la lectura del Manifiesto, los participantes fueron interviniendo aportando así su grano de arena a esta causa.
El acto duró casi dos horas y, una vez terminado, los participantes y asistentes se quedaron charlando de forma animada y en un ambiente distendido mientras tomaban algo en la cafetería del restaurante.
Ojalá el próximo año volvamos a reunirnos, no para pedir la paz en Ciudad Juárez sino para celebrar el fin de la barbarie.

Aquí tenéis las fotos del Encuentro. Disculpas a los participantes que salen en las primeras fotos, que están borrosas por un error de ajuste en la cámara.
 
Un saludo.
 
 
 

 




















 


Agradecimientos

Gracias a todos los asistentes y a los 30 participantes del III Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez que se ha desarrollado en Cáceres el día 28 de septiembre a las 11 de la mañana. Ha sido un placer ver a tanta gente volcada con el pueblo juarense. Gracias también al Restaurante Corregidor de Cáceres por cedernos la sala y acoger este encuentro con tanto interés. En breve se irán subiendo las fotos y vídeos. Gracias a todos.

lunes, 7 de octubre de 2013

SALAMANCA, Castilla - León 2013

lunes, 7 de octubre de 2013

3º ENCUENTRO DE ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ, SALAMANCA

TEXTOS Y FOTOGRAFÍAS.

 3º ENCUENTRO DE ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ EN LA PRENSA: Salamanca RTV:
http://www.flickr.com//photos/101496435@N03/sets/72157635960418475/show/


MONTSERRAT VILLAR GONZÁLEZ
ORACIÓN URGENTE POR CIUDAD JUÁREZ 
Que la palabra se haga carne
que cubra los huesos
que la injusta violencia provoca.
Que el sueño que,
algún día, los niños tuvieron,
sane las heridas de los otros.
Que se cicatricen las llagas
y supure esa ira
hasta secar el aire homicida.
Que los ojos de las desaparecidas
conviertan en futuro la frontera,
bailando en estrellas cada noche.
Que la poesía no se olvide,
silenciando balas y mentiras,
que hoy, el verso, sea
un mañana de leyenda.
(Tierra con nosotros, edit. Seleer, 2013)
Mª ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ 

Para Ana Orantes, a quien su exmarido prendió
fuego un 17 de diciembre de 1997.
La mirada insolente
es una forma aguda como un clavo en la tierra,
contiene una porción horrible de sí misma
y apenas imagina
la depauperada humillación de estar
como si no,
del cuerpo que se arruga
y se encoge en su nudo primerizo
volviéndose ceniza, haciéndose invisible
materia degradada por el odio,
la paja que se prende con blandura.
La mirada insolente
acompaña a la mano, a la pierna insolentes
para apresar el cuerpo con el garfio del miedo
porque ella está tan sola y ya vencida,
herida de la queja y azotada
con el tizón de espanto que lleva el que es su ángel
del mal o de la ira.
La violencia insolente
hace temblar los márgenes del cuerpo
y en su lenta combustión como de encina
la tinta de las venas escribe ese calvario
cuando era profanado el templo de la carne
y en el aire se anotan garabatos, graffitis
con la voz enfangada y sucia de ese grito
que calcina los labios, las cuerdas de la boca,
“porque yo no sabía hablar
porque yo era analfabeta
porque yo era un bulto
porque yo no valía un duro”.
Oh cuerpo de papel para la hoguera.
(de El ángel de la ira, Zamora, Lucerna, 1999)
SOLEDAD SÁNCHEZ MULAS
CIUDAD JUÁREZ
Si fuera posible desandar,
inhabitar la ciudad que se inunda
con las gotas de sangre.
Lavar el cielo
oscurecido por el golpe y el grito,
por la carne lasa
abandonada sobre las cenizas.
Mas los pies son náufragos;
la isla es niña y llora,
y pinta con mentiras las aceras.
Nuestra voz es una estrella fría
recortada en la mortal negrura.
Nuestra lengua,
un filo azul cargado de palabras
dormidas
oculto entre las ropas del cadáver.
Nuestros ojos son pozos
en los que las miradas de cristal asustado
arañan las paredes.
El cadáver
ya es viento que nos canta al oído,
labio de bruma que besa nuestra espalda
derramando silencio sobre las avenidas.
La calle muda es alambre de espino,
flor de cactus enredada en los párpados.
La ciudad,
como un gato inquietante,
arquea el lomo oscuro,
se eriza de secretos,
y nos observa
y tiembla
dispuesta para el salto.
ELENA DÍAZ SANTANA
Poemas de esperanza 
Poemas
que acaricien con sus alas,
los violentados cuerpos
de quienes perdieron
la luz en la mirada,
que detengan
la mano en alto,
antes de que el odio
profane lo sagrado.
Poemas
que abran
las ventanas a los sueños
que conviertan
el miedo en esperanza
y un limpio amanecer
inunde el alma.
Deseo,
que tu cuerpo vuelva a ser
tierra prometida,
y la luz  trace el camino
de un  futuro,
¡sin miedo!
Mª CARMEN PRADA ALONSO
NO FUE EN VANO
                                                                          
El pan maldito, aún caliente,
se agitó en los harapos de tu bolsillo,
desparramándose por la seca tierra
con el sepulcral sonido metálico.
Sobre aquellas monedas,
empañadas por sudor y lágrimas,
goteó tu sangre.
Se estrelló la furia en tu virginal cuerpo,
y tus ojos estallaron de horror,
mientras tus pequeñas manos morenas
intentaban aferrarse al ilusorio sueño
de volver al hambre.
No hubo dios que amparara tu martirio,
ni madre que escudara tu pecho con su pecho,
ni hermano con espada
custodiando tu inocencia.
En el inmundo lecho
yació tu cuerpo, roto, sucio,
envuelto en blasfemo sacrilegio.
No fue en vano.
No fuiste una más.
Los dioses del aire arrullaron tu grito,
 gestaron en él esporas de esperanza,
germinando tu estéril lamento
y lloviéndolo por todos los horizontes.
Aquellos tus ríos sagrados
espigaron tu sangre
desadormeciendo con ella los ojos del mundo.
Y tu sueño de volver al hambre,
abrió los sentidos de aquellos
que ilusorios sueños sueñan,
poetas que recogen esporas y arrullos,
que ponen pecho a tu dolor, cuna a tu martirio,
espada fraternal que hiende silencios,
y enarbolan por ti la esperanza
que abre verdes en tu lecho reseco,
trovando a la paz,
amasando el pan bendito que entibie tu mesa.
No fue en vano.
Hoy, por ti, hablan los poetas.
SOFÍA MONTERO GARCÍA
EL  COLOR  DEL  SENTIMIENTO
Sabor a tristeza
rebosa la quietud
en el estanque del deseo.
Laberintos de perfil
mastican la piel
con un gesto almidonado.
Latente está la historia,
viajera en el pincel,
trágica luz
que hierve los silencios.
 Cascada de palabras
rompen la violencia
en un río de sensaciones. 
Vestidas de coherencia,
secan su ira junto al Sol
para dorar un nuevo pensamiento.
Cuando el silencio ahoga el sueño,
duerme la palabra,
como un pájaro sin alas
que vuela en su quietud,
junto a la sombra callada,
en el ayer.
JOSEFA SÁNCHEZ SOUSA
REFLEXIÓN
El  -yo- predomina.
               El  -tú- se ignora.
Aunque nos griten, no oímos, no escuchamos. Vamos buscando la paz. Una paz egoísta, la nuestra. Y el que tiene necesidad, sólo tendrá paz cuando esté extenuado
y pierda la voz pidiendo justicia y la fuerza para extender la mano. Y yo, haciendo poemitas y hablando con mí-yo-.
    Una miradita hacia dentro ¡no estaría mal!.






ARANTXA AGUDO ÁLVAREZ
SUEÑOS ROTOS


Nací del amor,
con la promesa de ser querida.
Con la esperanza de un futuro mejor.
Y tú, mi ciudad
que debiste ser mi salvación,
fuiste mi fin.
Las calles trajeron dolor.
Los coches aullaban miedo.
Las camionetas quieren carne.
Carne para alimentar
el odio de quien las conduce.
Sangre para gargantas sedientas
Vísceras para perros sarnosos.
Sexo para violadores impunes.
  
El sol calienta sus cabezas
y sus neuronas oxidadas no rigen,
y mi pobre vida corre peligro.
Y tus manos pasan
y no me ayudan.
Porqué tu cuerpo
les dice huye.
¡Huye!
¡Aquí huele a muerte!
Todo se nubla y la lluvia cae.
Lágrimas muertas del cielo.
Lluvia muerta sobre mí
para limpiar mi vida,
que nunca fue sucia.
Minutos, segundos,
y al fin seremos
el uno para el otro.
Puertas abiertas
Esperando el paso de quien vive.
Todos esperan algo
Yo, mi vida,
tú, mi muerte,
ellos, el dolor ajeno.
Minutos, segundos
y al final serás mía,
-me dijo la Tierra-
momentos antes

de albergarme en su lecho.

JOAO GUERREIRO



O que pode salvar o mundo
São os jovens braços ensanguentados
Esse suicídio Finlandês
Esse frio que invade do norte
O que pode salvar o mundo
É a pura morte
O cantar desmedido
A real outro que se anteveja
O que pode mudar o mundo
Silêncio que sequestra 
Já não há passado
Mas sobeja



ISAURA DÍAZ FIGUEIREDO
TE BUSCO

Designios interfieren
sin querer, el rumbo
de tu vida.

Te busco
en las sombras,
en las huellas perdidas,
en la arena,
en el tiempo sin horas,
en el reloj sin agujas,
en el árido folio sin letras.

¿Dónde estás, Lupe, Aura, Rosita….?
ayer no regresasteis,
el sol se ha puesto y…
el desayuno enfría;
la casa grita ausencia, miedo
¡Y necesito otro día!
¡una carta
tan larga!, que las palabras se cuelen
por cada poro de la piel.

Solo me queda… cerrar los ojos,
contener la respiración,
recordar cada gesto.

Risas que apagaron la risa,
silencio, abriendo silencios.
MAMEN SOMAR
Sin palabra, obra ni omisión
Nunca sabré si lo que relegamos al olvido,
es un avance o simplemente una pérdida,
a la que va unida una hilera de lágrimas.
Si es que aprender requiere ese esfuerzo,
en detrimento de la ternura.
Si es que primero hay que maldecir,
para valorar después,
lo que nos une y nos desata.
Nunca entenderé si el silencio es en si,
una blasfemia,
cuando el mundo avanza en círculo
Y la palabra esperada, el hecho preciso,
ha de llegar en línea recta.
Si adjudicar a las uñas el zarpazo de la justicia,
pende de la casilla,
donde se instaure el lugar de donde procede,
la pieza de ajedrez.
Y  es  ese juego,
El que suprime la equidad por el otro,
en un solo movimiento.
No somos maquinaria,
aunque es indudable,
Que cuando uno cae debería de encontrar
El hombro del resto.
No tengo claro si cerrar los ojos ante las vidas que se pierden,
impedirá que se desgarre
el muro ínfimo que distancia
el párpado del pecho.
Nunca sabré considerar a ciencia cierta,
en qué lugar se mezcla y en qué momento
se transforma un hecho atroz,
en un objeto u objetivo perdido.

RAÚL VACAS

Odio, S.L.
Alguien ha expropiado el corazón del hombre. Alguien ha pronunciado en vano el nombre del amor, ha adorado a becerros y a tiranos, ha abanderado sin bandera la palabra muerte. Alguien ha abandonado su piel y sus escrúpulos para venderse al odio.
Alguien ha calculado en vidas su venganza. Alguien, ajeno a la razón, se ha lavado las manos con sangre y ha negado las voces que defienden la vida. Alguien ha propiciado el crimen y la rabia.
Pero el deseo de la Paz aún tiene luz y defensores. Por eso es necesario que gritéis todos los días como el que siente cerca el ruido del disparo.
No permitáis que el mundo se resuelva a nuestra espalda. No consintáis el uso de la vida en manos del verdugo. No admitáis el fracaso y la desesperanza. No os conforméis con detonar el grito. No toleréis que el pulso de los hombres se discuta con armas y resoluciones, que la muerte sea excusa o garantía para librar al hombre de otros hombres, que la fuerza se imponga a la cordura.
No alentéis a los hombres que olvidaron un día la palabra amor. No abráis la puerta al lobo de las pesadillas. No sostengáis el peso de la destrucción y el frío. No apuntaléis los sueños abatidos ni mostréis la verdad y las heridas sin dignidad y arrojo. No enmascaréis al ogro de los cuentos para hacerlos más tibios e inocentes. No silenciéis a aquellos que negocian el precio de la vida, a aquellos que ahuyentaron los sueños de los débiles, a todo el que declara la renta de sus balas. Nunca honréis a la muerte como a vosotros mismos. Nunca rindáis el grito y la saliva. Nunca juzguéis al hombre que saneó su juicio. No admitáis eufemismos ni chantajes. No calculéis la angustia y el abismo que separa al relámpago del trueno, al grito de las bombas, a la muerte del sueño y de la luz.
Tal vez un día el corazón del hombre –a punto de pudrirse– madure y se haga dulce como un beso. Tal vez la vida no cierre sus puertas este otoño por defunción o miedo. Tal vez los hombres y mujeres que soñaron dormidos una madrugada no pierdan nunca la esperanza. Tal vez no pierdan nunca las palabras. Tal vez no pierdan. Tal vez no. Tal vez.
JUAN CARLOS LÓPEZ
Las arrojadas al silencio
Me pregunto por qué lloran
Y miran al suelo,
Desnudas en la luz,
Las que andan por las calles
Buscando un mundo imposible.
Por qué se ha perdido la esperanza
Y se sienten el reverso del futuro
Después de haberlo soñado todo.
Quién sabe si son pura alegoría,
Una larga canción de despedida,
La carga de dolor de cada gesto
Que renuncia a cualquier ilusión.
Qué sé yo si están en tierra conocida,
Cuando los días van borrando la libertad
Y el alma que les hizo.
Desconozco por qué este tiempo
Ha arrojado tantos nombres al silencio,
Ni quién empuja a quién
En dirección a la vida,
Si ya no queda aliento en los ojos.
Y aunque pase de largo la poesía,
Perdida ya la hacienda del hombre,
Y un rito no alimente,
Sólo te diré una cosa:
Dónde tú, estaré yo.
Donde vosotras, nosotros.
Ese será nuestro paraíso,
El primer día, después de todo.
Los periódicos hablan de casi 800 palomas sin alas en Ciudad Juárez
ASUNCIÓN ESCRIBANO
CONCIENCIA
En el otro me niego, me afirmo, me repito,
sólo su sangre da fe de mi existencia.
Octavio Paz
La muerte de uno de nosotros
es la muerte de todos los hombres.
La herida de uno de nosotros
es la herida de la humanidad.
El miedo de uno de nosotros
es el miedo del universo.
El hambre, el frío, la angustia, el dolor,
la soledad cósmica nos invade en cada ser,
pequeño, frágil, leve, derramado más allá
de sus fronteras corporales, como una nube,
sin límites. Formando un solo cosmos, hueco,
alfombrado de luz, para todos y para cada uno,
sin límites. Con una sola conciencia dolorida.
Ya no puedo reír si no ríe a mi lado,
o en la distancia, mi hermano.
Hermanado no de genes, sino de soles,
de esperanzas y sueños compartidos.
Sin fronteras, sin ideologías que vallan
el contacto tierno de la piel y del amor.
Ya no puedo cantar, si no silba a mi lado,
o en el espejo, mi hermano.
Derramado de tardes fulgurantes y alegrías,
de sones sobre la tierra dichosa.
Ya no me basto a mí misma, les necesito
para ser, para verter sobre la vasija frágil
y lechosas de la vida, tiempos nuevos.
JOSÉ AMADOR MARTÍN SÁNCHEZ
COMO SI LA MUERTE FUERA ALGO NATURAL
Como si la muerte fuera algo natural
que se pasea al fondo de una calle
o por las  míseras casas de un destierro
infinito,
nos hemos acostumbrado
a ella,
a un dolor cuajado de silencios,
a la sangre que se derrama
antela loca negación
de un mundo impasible que la observa.
Son las infinitas historias
de un torbellino
desbocado,
que se enreda  en las horas
del día y de la noche
(del alba al alba).
Los hombres del siglo XXI
nos hacemos ajenos a la ignominia
miramos de lejos,
sentimos de lejos,
nos duele de lejos,
quizá porque el manantial del llanto
es un bosque de mil cruces rosas
en la extensa planicie,
desbordada y lejana,
de una ciudad abandonada
a la muerte.
Cada día,
al clarear la mañana,
nos llega, como puñal que hiere,
la sangre
que se derrama
porel placer,
yla muerte
de almas  inocentes
que sucumben al miedo.
¿Por qué somos silencio
cuando decimos muerte?
¿Por qué no nos duele el dolor de la tarde,
ni el llanto de las niñas,
ni el volar de las aves
con la alas rotas?
¿Estamos hechos, acaso,
insensibles al llanto
cuando la luz desciende
a las oscuras cloacas
de la podredumbre humana?
El corazón de la ciudad
es cementerio y fosa
donde van los sueños,
cargados de miserias,
cargados de lápidas sin nombre
bañadas en olvido
y en silencios.
ANA S. DÍAZ DE COLLANTES
Resalta ante mí,
el blanco fluorescente de la pared
y aún la hondonada canela
de la ventana echada.
Por debajo, tres cuerdas la cruzan
nocturnas al tacto y a la vista.
Siento suave,
la curvatura oscura de mis pestañas y
los dedos largos, largos y extensos,
pálidos y largos,
encadenando el ámbar de la uña al infinito.
Siento redonda y lisa la rodilla,
plagio de estrellas
en desorden,
juego de la luna con el alba.
Y siento el alma,
suena al golpear su nudo indócil,
coral desvanecido en hojas secas.
PILAR ANTÓN
Ni una más (a Susana Chávez)
Siempre hay una calle
estrecha, oscura, húmeda.
Una calle con aceras y semáforos.
Una calle rota por un descampado,
o un andén.
A veces, una madre joven
espera a una hija joven,
casi niña aún.
Siempre hay un cementerio con flores
lleno de cuerpos desconcertados,
vencidos, demasiado blancos.
A veces, una mujer jugando con las palabras
intenta alumbrar,
el valor suficiente
para cruzar una calle
estrecha, oscura, húmeda.
ÁNGELES MORALES
DIARIO DE UNA REFUGIADA
Te busco, aturdida,
En los ojos de los que te han conocido.
Busco tus rasgos en los gestos, asustados,
De los que llegan.
Unas manos parecidas a las tuyas,
El gesto de encender el cigarro…
-Ya he dejado de llorar,
Ya he dejado de quejarme-
Me llevan de aquí para allá,
Con órdenes dadas en lenguas que no entiendo.
-Todo está sucio,
La humanidad entera hiede…-
Pero quizá ni tú ni yo
Éramos  humanos para ellos,
Por eso no sintieron nada,
Ni siquiera odio, al dispararte,
Por eso su mirada estaba opaca ante mi llanto,
Por eso su oídos eran sordos a mis suplicas.
-Todas las guerras del mundo
Habían abierto un abismo
Entre ellos y nosotros-
Ya no lloro, ya no grito…
Solo pienso, obsesivamente, en tu ropa,
En aquella ropa tuya recién lavada
Que acababa de tender al sol.
Aquella ropa limpia que se habrá
Manchado tantas veces con la lluvia
Y que seguirá allí, jugando con el viento.
Y me tratan como si estuviera loca
Cuando les digo que tengo que volver
A mi casa,
A recogerla… plancharla…
Y guardarla
En los cajones de nuestra cómoda,
Entre manzanas.
LUIS RAMOS

                                               (Del libro “Entre cunetas”)
MIRAR la tierra, contemplar
su misterio de la misma manera
que se observan los secretos del fuego.
Sentir las brasas
de los huesos sin nombre, 
la llama incandescente del cráneo
crepitando en su alzado de inocencia.
Notar de pronto
el frío y el espanto anónimo
en el hogar candente del cadáver.
Palpar el cuarzo de los tuétanos
ya desaparecidos,
calibrar el silencio igual
que se tienta en el aire el hervor
cuajado de la leña. 
A las ascuas de las heridas
aún no acude
la materia roñosa
de la memoria silenciada,
ni su ceniza sorprendida sopla
la calderilla ronca
de tanto mutismo cómplice.
A la luz de la greda y a las piedras
abrasadas por la vergüenza
no se acerca,
                       el ácido trémulo de la osamenta,
ni a su espiga reseca el estremecimiento
apagado por piedad, es posible,
tras el tiro de gracia.  
Mirar la tierra,
la tumba aterruñada de agonía;
observar en su espacio
la muerte destapada tras el miedo.
Buscar en los despojos
de la historia los pétalos de la luz,
la semilla del silencio sublevado.
Las flores nuevas,
arcilla de la vida, saben
del alivio del frío y del cobijo
del hielo fértil nacido en la piel
de los asesinados.
La tierra guarda, para siempre,
el calor y los sueños
que le fueron ungidos por la vida.
Mirar su abismo con desprendimiento,
y guarecer sin tiempo
su lluvia cuando escampe.
TOMÁS ACOSTA PÍRIZ
A Ciudad Juárez
Se enciende la ciudad de mariposas blancas,
de espejos rotos.
Ciudad sin hogar, sin calles, sin plazas.
ciudad donde no hay sombras porque todo brilla,
los minutos, las horas y los días.
Ciudad donde no existe la noche.
Ciudad manchada de borrones rojos,
sueños arrojados desde el lecho de los sueños.
Mariposas blancas, mariposas rojas,
lindas mariposas de colores vivos.
No se apaga la ciudad del fin,
sus rayos llegan hasta aldeas lejanas,
hasta la casa de algún valle hermoso,
hasta los caminos de piedra y de polvo,
hasta los confines de platos vacíos,
el hambre ciega de los desamparos.
Hasta el ojo joven,
hasta los oídos que escucharon el cuento de Hansel y Gretel.
El bosque de la ciudad tiene sus cuervos.
Graznan sobre la mujer,
vuelan sobre lápidas sin nombre bajo el polvo de un desierto.
El viento arrastra gritos de dolor y horror.
Ya nunca te desnudarás muchacha de ojos vivos,
de ojos tristes,
de ojos llorosos y sonrisa rota.
No ofrecerás tu cuerpo al amor de la vida.
Muchacha,
mujer que yaces en la esquina de un periódico,
en la historia  final,
en el lugar siniestro de los sueños rotos,
ciudad de mariposas que vuelan por las agencias.
Pueblo donde la firma es una metralleta,
cinco hombres sacralizados por seguidores de la nada.
Ciudad de un film desalmado y realista.
Ciudad de cárcel vacía a donde huyen los honrados.
Niño Fidencio,saca tus pistolas.
No los mates.
Hiérelos.
Rompe sus espejos.
Que confundan el agua en sus reflejos y se ahoguen en ellos.
Que se apague esa luz y se encienda la puerta de la libertad.
 FERNANDO ROBUSTILLO
Relato publicado en el libro “El Diluvio Virtual”, de Fernando Robustillo Rodela (“Fernando Bienvenida”), Editormes, Salamanca, 2012.
MARTHA RIVERA
Martha Rivera no es una profesora, es el mismísimo ángel de la guarda. Qué maravilla. “¡No tengáis miedo!”, les decía a la prole de la guardería con la mesura que caracteriza a las mujeres de esas tierras. “¡Mi amor, colocad la cabecita sobre el piso!”. Las balas silbaban desde el exterior y retumbaban dentro de la guardería como si el ruido se originara allí adentro. Estamos en Méjico, Ciudad Juárez, dos bandas rivales se enzarzan a tiros y el duelo se salda con cuatro muertos. Los niños siguen tumbaditos en el suelo y la voz de la profesora, tan dulce, “¡mi vida, corazón!”, lo acalla todo, es como una tierna milonga, curiosa paradoja, más audible que el estruendo de las pistolas. Así es como quieren los niños que se les hable. Las voces de las balas son de barítono y las criaturas no las entienden. Más disparos y más inspiración para una profesora, o mejor dicho, para una madre, que es lo que era Martha en aquellos instantes. “¿Cantamos una canción? Vamos a cantarla!”, les decía. “¡¡¡Si las gotas de lluvia fueran de chocolate…!!! Todos los niños seguían a su profesora. ¡Qué maravilla! No es un tópico decir que esto nos reconcilia con el ser humano cuando le ves tanta grandeza. Si he dicho que no era una profesora, sino una madre, ha sido porque aquello lo vivía yo de pequeñito en cada tormenta, cuando mi madre nos acurrucaba en aquella España rural de los cincuenta y por nosotros hacía silenciar hasta a los truenos. Ahora veo que no ha cambiado nada, o sí, un matiz para algunos importante y para otros in importancia, ya que entonces no se cantaba, se rezaba. Las madres no han cambiado, sólo han cambiado los tiempos. ¡Gracias, mamá Dolores! ¡Chapeau, Martha”. 
ALBERTO BLANCO RUBIO
LA LUCHA DE LA ESPERANZA
Volví a leer aquella carta, incapaz de asimilar el contenido de unas palabras teñidas de sangre, dolor  y muerte. Noté como la rabia se fue apoderando de todo mi cuerpo, mientras varias lágrimas empezaban a resbalar por mis mejillas y cientos de interrogantes se formaban en mi mente sin hallar una respuesta que calmase mi ansiedad.
¿Cómo era posible que un asesinato de una persona pudiese ser archivado sin ningún tipo de castigo penal para los responsables de dicho acto?, ¿acaso el ser humano había dejado de creer en el valor de la justicia?
“Querido amigo Pedro.
Siempre es un inmenso placer poder escribirte y saber de ti, pero esta vez me siento abrumada, triste y muy cansada y mis palabras son el reflejo de una preocupación que me lleva persiguiendo un par de días. Todo empezó el pasado miércoles cuando escribí un artículo en el Periódico “La voz de Méjico, criticando la actitud pasiva y en cierta manera, indolente, de las autoridades mejicanas ante el creciente número de violaciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. Desde ese momento, he recibido varias amenazas y ya llevo varias noches sin poder dormir a cuenta de algunas llamadas a altas horas de la madrugada que nunca tienen respuesta.
Sinceramente, cada día temo más por mi vida.  Quizás esta sea la última vez que te escriba, amigo mío, por eso quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón.  Tu amiga de Ciudad Juárez que tanto te aprecia, Salma Salvador”
Así terminaba la carta, sin fecha ni firma y encubierta bajo unas comillas que eran el disfraz de una muerte que había venido anunciada en la sección de sucesos edición vespertina del Periódico “La razón de la palabra”.
“Muere la periodista mejicana Salma Salvador”. La popular cronista de Ciudad Juárez ha sido hallada muerta en su domicilio en la mañana de este miércoles fechado en 12 de Enero de 2013. Aún se desconocen las causas del fallecimiento, aunque todo parece indicar que ha podido ser por un ataque cardiaco.
Doblé el papel de la carta y lo dejé sobre la mesa de mi escritorio, mientras me servía otro vaso de whisky, con el único objetivo de no ahogarme en la soledad que en aquel momento me invadía. ¿De verdad Salma había fallecido de muerte natural o era una estratagema más de la prensa mejicana para ocultar la realidad de la vida de las mujeres en Ciudad Juárez?
Cerré los ojos y retrocedí veinte años en el tiempo, al momento en que conocí a Salma en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde ambos estudiábamos periodismo. Desde el primer momento en que la vi, supe que Salma era especial. Su lucha no se basaba sólo en terminar la carrera de periodismo y dejarse llevar por las mezquindades de las ideologías políticas y el amaño de los artículos según el bando político dominante. Su lucha iba más allá, y  es que ella como mujer y oriunda de Ciudad Juárez quería cambiar la realidad de su tierra a través del poder de la palabra. Su sueño no era otro que ver a las mujeres de Ciudad Juárez crecer en libertad.
En aquel momento teníamos veinte años y, quizás, aún éramos demasiado inocentes para creer en la bondad de la gente. Pero yo siempre había creído en Salma y en su lucha y, en ese mismo momento, y horas después de su muerte estaba convencido de que su esfuerzo no sería en balde.
Volví a abrir los ojos y cogí un papel y un bolígrafo. Había llegado el momento de continuar con la obra de Salma Salvador. Asi 
 que ahora más que nunca, es hora de tomar la palabra y de gritar a favor de las mujeres de Ciudad Juárez.
FERNANDO ÁLVAREZ, CANTAUTOR


JOSÉ Mª SÁNCHEZ TERRONES, RAPSODA


AZOGUE TEATRO

CRISTINA GARCÍA CAMINO

NELA ESCRIBANO, CANTANTE

MIGUEL ÁNGEL CASADO

ANDRÉS ARROYO, FOTOGRAFÍA


JOSÉ ANTONIO MORENA RAMOS, FOTOGRAFÍA

FERNANDO MAÉS Y CHEFO MARTÍN, CANCIÓN




GRACIAS A LA BIBLIOTECA POPULAR GINER DE LOS RÍOS DE SALAMANCA POR ACOGER ESTE ACTO.